La Coalición Anticorrupción se ha pronunciado sobre las negociaciones para la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), donde ha reafirmado su postura que, para tener un ente que pueda participar directamente en procesos penales de gran escala, se debe permitir que incluso se dote de una figura como la de “acusador privado”.
Aunque han habido avances importantes en el proceso para la instalación de la CICIH, la Coalición Anticorrupción ha manifestado su postura sobre el contenido básico de las negociaciones entre el Estado y la ONU, donde instan a ambas partes por un consenso rápido argumentando que todo el proceso puede ser más rápido y aun así lograr dotarle de las herramientas fundamentales para su éxito.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La Coalición Anticorrupción presentó esta mañana su posicionamiento para la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), reafirmando que es posible instalar el organismo en el corto plazo y dotarla de las facultades necesarias que garanticen su éxito en el país.
La organización anticorrupción, conformada por diversas instituciones y grupos de sociedad civil, presentó cinco puntos clave para que tanto la Comisión Negociadora del Estado de Honduras y la Organización de Naciones Unidas (ONU), puedan tomarlas en cuenta y que garantizarán el éxito de la CICIH tomando experiencias pasadas como la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) y la CICIG de Guatemala.
El primer punto es que la CICIH tenga la facilidad de colaborar con investigaciones y participar directamente en procesos penales a través de la figura de querellante adhesivo, es decir, que se una a la acusación del Ministerio Público, o como acusador privado, que se refiere a poder tener el derecho legal de presentar una acusación penal directamente ante el tribunal sin la intervención de la Fiscalía.
Asimismo, que la CICIH reconozca que los “delitos de cuello blanco” no han sido delitos sin víctimas, ya que de manera directa e indirecta, la corrupción ha perjudicado históricamente a personas y grupos sociales históricamente excluidas y olvidadas, como las mujeres, pueblos ancestrales, campesinos, población LGBTIQ y más.
Otro de los puntos a destacar es que la CICIH funcione como un órgano capacitador de los entes de justicia locales para establecer mecanismos más exitosos en materia de investigación para la persecución de actividades corruptivas a nivel macro; asimismo, establecer mecanismos de participación civil que pueda ser un canal para escuchar la demanda de la población.
Además, resaltaron como otro punto importante la instalación de un sistema de persecución penal independiente, que garantice una justicia igualitaria y, además, mecanismos de protección para el personal nacional y otros actores involucrados en la lucha contra la macro corrupción.
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